«Todas Las Canciones»
Exposición individual de Martín Giménez Laborda
28-06-2024 hasta el 07-07-2024 en la Lonja Medieval de Uncastillo – Zaragoza

La exposición se presenta en el marco de las XXII Jornadas de Cine Mudo de Uncastillo.
El viernes 28-06 a las 19:00 Inauguración de la exposición Todas las canciones, de Martín Giménez Laborda, presentada por Luis Lles.
Disfrutamos, como viene siendo habitual en las exposiciones del artista, con una actuación musical de Martín Giménez y José Luis Lozano.
La exposición se presenta en el marco de las XXII Jornadas de Cine Mudo de Uncastillo.
El viernes 28-06 a las 19:00 Inauguración de la exposición Todas las canciones, de Martín Giménez Laborda, presentada por Luis Lles.
Disfrutamos, como viene siendo habitual en las exposiciones del artista, con una actuación musical de Martín Giménez y José Luis Lozano.
La pintura que sigue sonando
Hay frases que por mucho que se repitan nunca se desgastan, porque en ellas habita la verdad. Una de esas frases-faro que iluminan el universo cultural es ésta: la belleza será convulsiva o no será. André Breton intentaba con ella combatir el acomodaticio arte burgués. Una frase que no ha perdido ni un ápice de su vigencia. La historia del arte está hecha de jirones y desgarros. Y esos mismos jirones son los que permiten que la creatividad siga escapándose y emergiendo entre los estrechos márgenes que establece el sistema, en las periferias de la cultura oficial.
Martín Giménez Laborda es un joven creador perteneciente a la Generación Z. Esa generación afortunadamente desprejuiciada, valiente y ambiciosa en el mejor sentido de la palabra, que está encontrando nuevas formas de expresarse, más libres y con menos ataduras. Martín es un ejemplo claro de esa generación porque se acerca a los personajes que retrata desde la espontaneidad y la frescura, sin límites ni cortapisas, y porque el arco de sus gustos musicales, que después plasma en su pintura, es absolutamente amplio, de un eclecticismo radical.
Si bien las etiquetas y las clasificaciones tienden a encasillar y simplificar la obra de los creadores y suelen ser casi siempre inexactas, a veces pueden servir también para aprehender el sentido de la acción artística. Y Martín maneja muy bien esas etiquetas, cuyos nombres en idiomas foráneos no siempre reflejan de forma certera su verdadera esencia. Outsider, aunque con el tiempo haya ampliado su significado, significa forastero, intruso, extraño. Naïf significa ingenuo. Brut –aplicado al art brut, término acuñado por Dubuffet en 1945 para describir el arte marginal- significa bruto, bestia, grosero. Y sí, algo de extraño, ingenuo y bestia tiene el arte de Martín. Pero, sin duda, va mucho más allá de esos parámetros restrictivos.
Al observar los cuadros que pinta Martín Giménez es inevitable recordar a Jean-Michel Basquiat, al africano Amadou Sanogo, al músico-pintor outsider Daniel Johnston o al mismo Dubuffet. Son referencias que acudirán a la mente de espectador avispado, pero que muy probablemente no están en la de Martín, que conecta con la estética de todos esos artistas de forma involuntaria y espontánea. Pero esa filiación permite establecer un continuo en la historia del arte que es siempre deseable.
La pintura de Martín, llena de expresividad y frescura, le ha llevado a participar en exposiciones tanto individuales como colectivas (en el marco de proyectos como El Mundo en Singular o Andar de Nones), en lugares que van desde espacios míticos del imaginario aragonés como EnLATAmus de Remolinos, La Cala de Chodes o en el Centro Las Armas hasta la capital parisina y diversos puntos de la geografía europea. Como diría Buzz Lightyear en “Toy Story”, hasta el infinito y más allá.
Y ahora, tras muestras individuales como “Me llamo Martín”, “Mujeres guapas con trajes de sirena” y “Martín, pintor, músico y electricista”, llega a las XXII Jornadas de Cine Mudo de Uncastillo la exposición “Todas las canciones”, una variación renovada respecto a la que ya presentó con el mismo título en el Centro Las Armas de Zaragoza y con la que reafirma su otra gran pasión: la música. En un ejercicio verdaderamente sinestésico, Martín consigue que su pintura suene. Una pintura vivamente expresionista, toda una eclosión cromática, brillante e imaginativa, que sirve para plasmar una excitante galería de personalísimos retratos de figuras del blues (B.B. King), de la música clásica y aledaños (Ara Malikian), del rock menos previsible (Frank Zappa), del reggae (Bob Marley), del jazz (Miles Davis) o de la actual y muy creativa heterodoxia nacional (Niño de Elche, Rodrigo Cuevas). Y en esta edición renovada de la exposición que se pudo ver en Zaragoza se han añadido otras figuras míticas del rock (Marc Bolan o Lou Reed), así como nuevas incorporaciones al firmamento nacional de estrellas: el iconoclasta Albert Pla, el mercurial Quique González y el inolvidable Mauricio Aznar, líder de Más Birras que ha vuelto a estar de viva actualidad gracias a la película “La estrella azul” de Javier Macipe. Siempre con el toque absolutamente personal y original de este creador que nunca deja de sorprender.
En esta sinestesia entre trazos y notas, entre pintura y música, Martín acepta el reto. Si el Maestro Mateo esculpió en el siglo XII las figuras de los músicos del Pórtico de la Gloria de la Catedral de Santiago de Compostela, ¿por qué no habría él de pintar a los músicos de nuestra época? Y sí, al igual que Breton, también Martín está convencido de que la belleza será convulsiva o no será.
Luis Lles

